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Un problema no poco frecuente es percibir halitosis, o mal aliento, en la persona que tenemos cerca, lo cual genera situaciones de rechazo e incomodidad.

 

Si bien es cierto las causas pueden ser diversas (digestivas, hernia iatal, trastornos gastrointestinales), lejos la mayoría de las razones obedece a origen bucal: bacterias que se encuentran sobre la lengua, caries dentales, enfermedades de las encías y la llamada “boca seca” pueden ser los responsables de esta condición.

 

¿Qué hay que considerar para mantener un aliento fresco y saludable?

- Higiene. Mantener un correcto cepillado de todas las superficies de tus dientes, incluyendo el uso del hilo dental de manera de remover eficientemente la placa bacteriana de los espacios interdentales. Cepillar el dorso de la lengua llegando lo más atrás que puedas.

- Dieta. Algunos alimentos dejan huella, como el ajo, la cebolla cruda, algunas especias, el huevo, el pimentón o el brócoli, repollo que liberan compuestos que provocan mal olor. Por eso al ingerirlos conviene cepillarse los dientes a continuación.

 

- Evitar la boca seca. Cualquier condición que produzca una disminución de la secreción salival te deja expuesto a una mayor proliferación bacteriana con lo cual aumenta la probabilidad de sufrir halitosis. Existen algunos medicamentos que, como efecto secundario, generan esta condición de sequedad bucal, tales como antidepresivos, ansiolíticos, antihistamínicos, antihipertensivos, anticolinérgicos. El tabaquismo también genera boca seca. Frente a esta condición debieras estimular la secreción de saliva, por ejemplo, masticando chicles sin azúcar, manzanas y frutas detergentes que estimulen la presencia de saliva en tu boca.